A un día de Navidad me voy dando cuenta del gran consumismo que se ve en las calles, regalos, comida, adornos, plata, gastos y consumos, familias enteras preparándose para la navidad, estrenando su ropa nueva y sacando las mejores tenidas para esperar al anciano con trastornos alimenticios que independiente del clima, siempre anda con ese tarje rojo ultra abrigador. Familias planeando la cena navideña, que carne de vacuno, de pollo , pescado, y el infaltable pavo, que el pan de pascua y el cola de mono para la previa, los diferentes acompañamientos, ensaladas por doquier, tías, madres y abuelas desgastándose todo un día en la cocina para que todo sea devorado en 25 minutos, de fondo Cecilia Echeñique cantando su villancico ''OHH BLANCA NAVIDAAAAAD...'' , los niños desesperados esperando al vejestorio de rojo, preguntando la hora a cada instante, llegan las 12 y al fin llegan los regalos, la emoción al abrirlos es única, las caras, la alegría, la competencia que cual auto a control remoto es mejor , que a mi me regalaron un play 3 y a ti un wii , que la prima llorando desconsolada porque no le gusto la muñeca que le regalaron porque no era Barbie, era Sussy y todos se olvidan de poner al niño Jesús al medio del pesebre. Y así pasa la hora y todo se resume a papeles tirados, los platos de la cena todos encimados en el lavaplatos, los niños jugando y gastando y rompiendo sus juguetes de una y así, al otro día todo como si nada hubiese pasado.
Otra realidad es la de otra familia que saben que es navidad, pero es la única fecha que esperan que no llegue nunca, el único hijo del hogar pidió este año una pistola de agua que vio en la feria de su casa, sus papas no sabían si se la podían comprar, pero aun así la madre lo incentivo a hacer la carta al anciano regordete por si se cumplía el milagro. La madre preparo un arroz con huevo frito, pero esta vez serian 2 huevos, era navidad. El padre ese día trabajo hasta las 10 de la noche, en el camino a su casa decidió pasar a comprar una bebida gaseosa, era una fecha especial, era navidad y había que darse ese lujo. Llego a su casa, su mujer tenía todo preparado, había sacado la loza mas linda la que heredo de su abuela, puso el mantel recién lavado y los tres cenaron arroz con doble huevo frito y esa famosa bebida cola. Faltaban solo 10 minutos para las 12, el niño esperaba con ansias al señor de rojo, pero los padres mirándose decidieron que mejor era ir a dormir, porque el viejito pascuero no le gustaba que lo vieran. El niño se acostó con sus padres, eran las 12 y se escuchaban gritos y risas de felicidad de los vecinos, sabía que papa noel ya había pasado, pero el sueño lo venció y cayó rendido en la almohada.
Al otro día se levanto corriendo, bajo las escaleras y solo vio a su madre que hacia trabajos de costura, ya que las señoras de la vecindad habían mandado a reparar su ropa más chuchi para el año nuevo que se aproximaba. La madre lo mira casi asustada y con pena, los dos se largan a llorar y el sin saber porque, su madre le pide disculpas de algo que no entendía. ALOOOOO! gritaban de afuera, interrumpiendo ese momento tan sentimental y confuso. La madre abre la puerta y era el feriante con un tremendo regalo en forma de pistola de agua, ESTA PABLITO? , el niño sale y su cara de emoción era absolutamente brillante, sus ojos se llenaron de lágrimas, CREO QUE EL VIEJITO SE EQUIVOCO DE CASA COMPADRE, ESTE REGALO DICE DEL VIEJITO PASCUERO PARA PABLITO.
Lo importante de esta Navidad no son los regalos, ni la cena, ni los adornos ... lo importante es hacer un cambio en uno mismo, ver como actuamos para estas fechas, capturar esos momentos de felicidad para conservarlos todo el tiempo, ser positivos , hacer un cambio de actitud y primordialmente ser sencillo y preocuparse por lo que realmente vale la pena. Los invito a autoregalarse mentalmente un cambio de actitud y a regalar amor por sobre todas las cosas ya que esa es la esencia del ''espíritu navideño''.
FELIZ NAVIDAD!
